jueves, 24 de julio de 2014

¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE LEGIONELA?

Cuando hablamos de #plagas y de controles de plagas, tendemos a pensar en #ratas y #ratones, en #moscas, #hormigas y todo tipo de #insecto, en #termitas y #carcoma, en #aves... Pero a menudo olvidamos todos aquellos microorganismos (bacterias, virus, hongos, algas, protozoos...) que pueden presntar un riesgo potencial para la salud cuando su número se sitúa por encima de determinados umbrales de seguridad. Entre estos últimos, la#legionela, una bacteria que prospera entre los 25 °C y 45 °C y en medios acuáticos.
Las epidemias de legionelosis reciben una atención significativa de los medios de comunicación porque en algunos casos pueden llegar a ser especialmente graves e incluso acabar con la muerte de las personas afectadas. A pesar de eso, esta enfermedad generalmente aparece como un caso aislado, no asociado a ningún brote oficialmente reconocido. La epidemia normalmente aparece en verano o a principios de otoño, pero los casos pueden sucederse a lo largo de todo el año.
La bacteria fue descubierta en 1975 y debe su nombre al primer brote conocido de la enfermedad, que tuvo lugar durante una convención de jubilados de la Legión americana en Filadelfia, y en la cual se produjo un brote de neumonia que afectó a 182 asistentes al acto, 49 de los cuales acabaron falleciendo. Meses después, los científicos identificaron la causa de la trágica infección: se trataba de una bacteria desconocida hasta ese momento, motivo por el cual se la nombró como Legionella, en referencia a la antigua profesión de los afectados. Por extensión, la enfermedad fue conocida como «legionelosis».
La bacteria se reproduce en gran cantidad en aguas calientes y estancadas (32°-40 °C) y, por tanto, las instalaciones susceptibles de ser afectadas por Legionela incluyen torres de refrigeración en sistemas de refrigeración industrial, grandes sistemas de aire acondicionado, sistemas de agua caliente domésticos, fuentes, balnearios y otros centros con remolinos de agua. Una vez allí, la Legionela se transmite mediante la inhalación de pequeñas gotas con la bacteria y, ya dentro del huésped, la incubación puede llegar a las dos semanas. Los síntomas iniciales son similares a los de la gripe: fiebre, escalofríos y tos seca, problemas gastrointestinales y del sistema nervioso... También se pueden presentar otros síntomas avanzados de neumonia, pero cabe decir que la enfermedad generalmente no causa problemas sanitarios graves a la mayoría de individuos sanos y sólo suele afectar especialmente a aquellos con un sistema inmunitario más comprometido.
En Cataluña, ASPCAT regula y lleva a cabo inspecciones periódicas y actuaciones de prevención de la legionelosis y de control sanitario oficial en las instalaciones con riesgo de dispersión de legionela. También supevisa el autocontrol implementado por los titulares de estas instalaciones y su control de agua. En Qntrolplaga, todas nuestras intervenciones se realizan según RD 865/2003, por el cual se establecen los criterios higiénicos y sanitarios para la prevención de la legionelosis.
Consúltenos si necesita más información al respecto. Estaremos encantados de atenderles.


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